PUÇOL VCF I PROU

PEPE CLARAMUNT

Valencianismo Autodestructivo

"Este es un article publicat en el ultim Fanzine de la SUD. Personalment estic d'acord al 100 %"

Los éxitos cosechados entra el 99 y el 2004 provocaron una catarsis en el comportamiento de los valencianistas. Nadie, probablemente yo el primero, supo digerir la gloria. Las mieles del triunfo nos anestesiaron y perdimos la perspectiva real de las cosas. Cometimos el error de pensar que habíamos subido al Olimpo para no bajar ya nunca jamás. Juan Soler, apoyado y ensalzado por todos en su día, consolido esa engañosa sensación y preparó de manera inconsciente el terreno para un descomunal batacazo.


El valencianismo no sabe disfrutar de los buenos resultados que está cosechando el equipo desde que Unai lleva las riendas del mismo. Si, digo bien cuando hablo de buenos resultados. Hemos olvidado la historia, de dónde venimos y ahora mismo nos aterroriza la incertidumbre de no saber a dónde vamos. Dicen los sicólogos y demás estudiosos del comportamiento humano, que es un acto reflejo normal de nuestra mente olvidar los malos tragos de nuestra vida para conservar a fuego en nuestra memoria aquellos momentos que nos hicieron felices.

En la última década, el Valencia cosechó los títulos y las victorias suficientes como para escalar hasta dos posiciones en el ranking histórico de la liga. Los de Mestalla ascendieron de la quinta a la tercera posición, adelantando a Athletic y al Atlético de Madrid. Bastaron seis títulos y un par de buenas campañas en la Champions para dejar atrás a dos míticos de nuestra liga que además cuentan con más años de antigüedad como clubs.

Es un ejemplo que muestra de manera muy elocuente la fuerte dualidad existente en nuestro futbol patrio, situación además acrecentada y consolidada en los últimos años. A los que no somos ni del Madrid ni del Barça no nos queda más remedio que esperar largos lustros para saborear esporádicos triunfos de nuestros equipos. Esto ha sido siempre así y parece que en años venideros no va a cambiar, más bien todo lo contrario.

Resulta elogioso comprobar cómo el valencianismo procura relevarse con todas sus fuerzas ante este gris panorama. El problema radica, a mi modo de ver, en que esas fuerzas no se focalizan adecuadamente. Se gasta energía en apremiar al equipo a que pugne por estar en lo más alto, pasando por alto las incontables vicisitudes que la entidad de Mestalla está teniendo que sortear durante los últimos años. No se apuesta por apoyar al equipo, se mantiene una silenciosa expectativa rompe en frustración cuando la realidad golpea sin compasión a una afición que se resiste a poner los pies en el suelo.

Sin ánimo de justificar algunas actitudes poco honrosas de determinados profesionales, lo cierto es que esta postura adoptada por buena parte de la masa social, lo único que consigue es generar si cabe aun mas ansiedad y nerviosismo en todos los estamentos del club, ya que se observa con cierta impotencia como año tras año, se les exige elaborar el mismo cesto sin contar, ni mucho menos, con los mismos mimbres.

En ese sentido me parece muy preocupante y nocivo el rumbo que está tomando desde hace tiempo la línea editorial de Superdeporte, que bajo la dirección del antes ponderado Joan Carles Martí no para día si y día también de alimentar el fuego “antiemerista” apostando por un populismo facilón y dejando a un lado al cometido real que debería imperar en el único medio de prensa escrita que focaliza su atención de manera casi exclusiva sobre el Valencia C.F.

Evidentemente, el aficionado es víctima y no verdugo de las catastróficas gestiones que tanto han mermado a nuestro equipo en los últimos años, pero si tanto se anhela a aquel Valencia que luchaba y saboreaba el maná de los títulos, se debería comprender que la mejor manera para aportar nuestro granito de arena a fin de revertir esta insípida situación es disfrutar del actual momento, valorando en su justa medida como el club capea el temporal con dignidad y prestancia e intentar construir desde la paciencia y el apoyo incondicional un nuevo Valencia que desde la dimensión en la que le toca vivir hoy en día pueda volver a albergar esperanzas e ilusiones por retomar la senda que conduce a la gloria. Todo lo demás solo genera una espiral negativa elaborada por el valencianismo más autodestructivo. ENDAVANT I AMUNT!

About Author Mohamed Abu 'l-Gharaniq

when an unknown printer took a galley of type and scrambled it to make a type specimen book. It has survived not only five centuries.

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